Historias “sobre” Los Goya y La historia esa vista por Hollywood.


Historias “sobre” Los Goya


Aunque parezca mentira esto va a ser un post bruguérico. La cosa es que me apetece encararlo de esta guisa, pues fue escrito hace tiempo, como prólogo a uno de esos mega posts ladrillo miajillísticos pero con entidad propia, y añado estas líneas para conferirle actualidad. 

Y es que el pasado domingo 17 de febrero se celebró la gala de los Goya del cine español, en la que también hubo escándalo con los sobres. Entre estos y los del PP, solo faltaría que Correos asumiera el control de España de una vez por todas. Además, se volvería a tiempos del franquismo, pues ya sabéis, o al menos recordareis,  que las cartas se franquean, lo que  haría además que ese hipotético gobierno dejara su sello...

Dejándonos de fáciles juegos de palabras, confieso sin ningún rubor, sino todo lo contrario que, aunque tenía conocimiento de la celebración de la gala de los Goya, retransmitida por la televisión que dicen que es pública, porque corre de cuenta de los impuestos del pueblo, pero prefiero pensar que en estos tiempos es más bien popular, ni me acordé y dudo mucho que de haberlo hecho hubiera visto algo. A favor tenía a la maestra de ceremonias, cada vez con más tablas, más parecida a una tabla (por lo delgadísima que está, no penséis en comentarios machistas) y más alejada de los tabloides, ya que en ellos últimamente aparece fundamentalmente gente de pésima catadura y con dobleces, todo lo contrario que la presentadora y humorista (vertiente monólogos) segoviana Eva Hache, y la presencia casi inevitable en algunos de los segmentos de la gala de los chanantes humanoides que tanto deleitan a este humilde miajillero. Así que no esperéis, los que todavía sois tan majos de esperar algo del Miajilla, que critique o hable de la ceremonia, pues no puedo hablar de aquello que desconozco, aunque sea sólo por mis principios morales. Suponer, lo que queráis; saber, poco.
 En cuanto a las películas ganadoras, tampoco las he visto. Resultaría gratuito entonces denostar el triunfo de Blancanieves como la victoria  de la pseudo intelectualidad de los componentes de la Academia de las artes y las ciencias cinematográficas de España, a partir de ahora La Academia. No lo hice cuando The Artist triunfó en Los Oscar ™, y no lo voy a hacer ahora a pesar de tratarse de una película muda y en blanco y negro que los académicos se ven obligados a votar como la mejor para demostrar que apoyan la osadía de hacer un trabajo contracorriente, arriesgado… ¿O eso era lo que pensaron en Los Oscar™? ¿Y si resulta que La Academia ha querido estar a la altura de The Academy demostrando que ellos también son progres? Lo que pasa es que hablar de progre asociándolo a los componentes profesionales de la cinematografía española es un alma de doble filo, pues los que no son progres denostan a estos progres utilizando el término progre como palabra demonizada. Los que llaman rojos a los de izquierdas, pensando que eso es un insulto, y no una palabra asociada a una definición ideológica sabrán…  La propia lideresa habla de mandarines y popes del izquierdismo como manejadores de los hilos de los que cuelgan y por los que se mueve toda este hatajo de intelectuales, quizás lamentando esa indeseada intelectualidad en la que, vaya por Dios, participa algo tan temido como el intelecto.
Y por cierto, volviendo a Blancanieves, The Artist, encima era francesa, así que los americanos al menos ni siquiera se estaban mirando el ombligo. Los españoles, por definición, no somos chauvinistas, pero cuando lo somos, nadie nos gana. Y hablando de definiciones ideológicas, los cineastas en casi todas sus vertientes, por lo general, pues siempre ha habido excepciones, algunas más numerosas que la norma, se suelen considerar siempre a la izquierda del gobierno que haya, sea este del signo que sea. No conviene generalizar, pues con sus oropeles, aquellos que oropelean, que en el cine también (sobre todo) hay gente en la sombra que lo hace todo posible, los que están bajo los focos, a fin de cuentas son seres humanos.

Y el ser humano es un bicho con muchos defectos, pero también con sus virtudes, que le diferencian del resto de bichos, aunque no tanto como sus defectos, y al menos en público está bien alardear de virtudes y hacerlas patentes, y si encima son sinceras, mejor. Aparte de ver a Eva Hache recitando espléndidamente su guión, con esa capacidad interpretativa de una monologuista como la copa de un pino que nada tiene que envidiar a otros maestros de ceremonias en otros países, sino todo lo contrario, me hubiera gustado ver qué cara ponían los que suelen recortar y posicionar estratégicamente las noticias en los telediarios al ver que si editaban la Gala esta se les podía quedar en nada, por lo que no había más remedio que emitirla y que luego los sesudos comentaristas que se reúnen en trasnochados debates y tertulias televisivas en tal medio o cual cadena haciendo gala de no ser nada rojos se encargaran de disparar sus diatribas reaccionarias contra todos esos cómicos y titiriteros, que no son más que pijo-progres, según dicen…

Por cierto, que sí que he visto The Artist, y se me hizo larga. Aclaro. Me parece una estupenda película, pero está hecha de tal manera que parece una película de entonces. Fantástico. ¿Qué necesidad había entonces?  Pues la del creador para haber elegido narrarla de esa manera, ni más ni menos. Lo de menos es lo arriesgado, al menos de cara al espectador; lo que importa es el resultado, y me maravilló en todos los sentidos durante la primera hora de película. Por eso se me hizo larga, porque para ser un largometraje el metraje ha de ser largo, y más de una hora se me antojó excesivo, sin quitar méritos a la excelencia del elenco, perrito incluido, a la bonita banda sonora, a los hallazgos narrativos (qué olvidadas quedan las miradas en el grueso del cine actual…).

De Blancanieves ya hablaré si la veo y me veo con ánimos, así como de Lo imposible, si no se me hace ídem. Termino con la gala de los Goya contando lo de los sobres. Aparte de hacer referencias de desgraciada actualidad a esa cubierta por lo común de papel dentro  de la cual van cosas, aún más penosas que las ya hechas aquí, y es difícil, hubo un notorio error de bulto en el Goya a la mejor canción:
"Y el premio a la Mejor Canción Original es para... Líneas paralelas", comenzó leyendo Adriana Ugarte, una de las presentadoras del premio. Tras unos segundos de confusión (hubiera sido ideal que la música que sonaba entonces se hubiera detenido abruptamente, como un disco del que se retira bruscamente la aguja), su compañero en la presentación del premio, Carlos Santos, se disculpó: "Un segundo, tenemos que lamentar un error, el Goya es para No te puedo encontrar, de Blancanieves".
Los tipos de Líneas paralelas ya se habían levantado y estaban besando y abrazándose entre sí y a los demás. La perplejidad fue de aúpa.
Eso se llama chapuza. Es una chapuza. Es penoso. Está mal, aunque se lo merezca el ganador. No puede ser. Lo que pasa es que la ganadora lo es ante notario, si no se corrige la cosa se podría liar todavía más. Mejor un rato de bochorno que mucho de escarnio posterior. Que aprendan algunos en otras lides.
El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, explicó la razón del error:
"Era la única entrega que no se había ensayado el día anterior, porque Tristán Ulloa en el último momento no pudo venir, se sustituyó por Carlos Santos", esa improvisación tan española, incluida la del señor Ulloa, que avisó el día de antes de que no estaba conforme de las directrices bajo las cuales se iba a desarrollar la ceremonia. Pero el que no se equivocó fue el sustituto…

La cosa es que si el ganador ante notario va dentro de un sobre cerrado y lacrado, cuyo contenido es secreto ¿Cómo pudo la chica leer otro resultado? ¿Por qué había otra cartulina con el nombre de una película que no era ganadora? "Pasó lo siguiente", arguye González Macho: "El nombre del ganador va en un sobre lacrado y hay una cartulina al lado en la que pone el nombre de quien recoge los premios en caso de que algún candidato no esté presente y no lo pueda recoger. En lugar de abrir el sobre que tenía que abrir, leyó la cartulina esa. Afortunadamente, estaba al lado el notario, que es quien abre su cartera y entrega el sobre al entregador en ese mismo momento".
Así se puede ver en el momento en que Candela Peña pidió trabajo para mantener a su hijo, al que le espera una educación pública incógnita, al recoger su premio a la mejor actriz de reparto (como si los protagonistas no fueran parte del reparto, qué manía en no querer definirla como secundaria, como ha ocurrido toda la vida con los actores con papeles de menor envergadura), pues mostraba una cartulina en la que la ganadora era Chus Lampreave en lugar de ella. Las cartulinas parecían ir impresas desde el Word del Office de Microsoft, con tipografía Times New Roman. No es que pretendamos que, dado el glamur que se le supone al mundillo cinematográfico, las tarjetas vayan impresas en papel perlado de gran gramaje, de color achampanado o marfil, doblado en Z,  con letras doradas en relieve de tipografía personalizada y floripondios, pero al menos que sí que se haga algún tipo de diferenciación que evitaría esos errores que…

…¿Por qué no decirlo?...

Os hacen quedar mal de cara a los espectadores nacionales y de cara a los de fuera.

No digo la estupidez de “perjudicar la marca España” que esgrimen los políticos en el gobierno cada vez que un colectivo, sea social o laboral, pretende defender sus pisoteados derechos, porque ni es comparable, ni lo de defender los derechos es una bagatela. Lo de la gala fue una chapuza, pero no pasa de ser una anécdota como la de las campanadas de la pobre Marisa Naranjo (marcada in aeternum), que en lugar de provocar que muchísima gente  se comiera incorrectamente las uvas aquel año provocó que un grupo de personas que se dedican a la música, y sus familiares y allegados fueran vivo ejemplo de la expresión “mi gozo en un pozo”.

De lo de la “marca España” no quiero ni hablar, que ya estoy acabando. Eso sí que es tomar el nombre de la nación en vano, haciendo ostentación de un fingido patriotismo: os está perjudicando a vosotros, politicuchos, que luego vais a los saraos de Europa y el G20 y os hacen preguntas incómodas en idiomas que ni comprendéis ni de lejos habláis, sobre cómo tenéis de exaltado al personal. Os pensáis que la comida y el techo de esa gente es comparable a la rabieta de un niño en la cola del supermercado que avergüenza a la madre o padre que se sienten observados por el resto de los clientes reprobando el escándalo, por lo que mandan chistar al crío o le dan un azote (disimulado, no les vayan a denunciar) para hacerle callar. Y quisierais hacer lo mismo con el pueblo que protesta, como si no tuviera bastante con lo suyo, enviándole al hombre del saco embozado, sin identificar y con instrumentos contundentes de disuasión o como lo quieran llamar. Y mientras tanto, reñirle con lo de la “marca España”, hacer culpables de lo que es culpa suya a otros, que son víctimas de esos culpables, pretendiendo “educarnos” a su conveniencia, para lo cual ya se están (en)cargando de la enseñanza pública. Porque señores, las miradas del personal va dirigida a ustedes.
Y ya sabía yo que no tenía que haber metido lo de la marca España… Estaba hablando de cosas relacionadas con el cine español. 

"Breve" apostilla actualizadora

Tan sólo dos cosas. Hoy, cuando escribo esto, se está debatiendo en el congreso de los diputados sobre el estado de la nación, o eso nos quieren hacer creer, por primera vez desde 2011, ya que el año pasado, con la excusa de que estaba recién llegado al gobierno, se ve que les hubiera salido el debate sobre el estado de la herencia recibida o cualquier otra tontería. La ausencia de mayúsculas en este texto, por cierto, es totalmente intencionada.
A la hora de escribir estas líneas ya han hablado tanto el presidente como el líder de la oposición y ahora se estarán entreteniendo tirándose cosas unos a otros y practicando el andaquetuísmo. Lo último que he tenido el disgusto de ver era como el jefe de la oposición era abucheado por los diputados del otro bando cuando hablaba de “ver a niños rebuscando en la basura”. Sin comentarios.
En el discurso del presidente del gobierno se ha hecho referencia a que gracias a sus medidas, con el  sacrificio sufrido en las personas que actualmente están en una situación económica desesperada a las que se da animo y se pide esfuerzo, pero de eso no se come ni se vive, el país, la nación, está saliendo de una situación, o disponiéndose a salir, que era producto de la pésima gestión del anterior gobierno, que encima les engañaron. Les dejaron un marrón que resultó ser marrón y medio, por lo que no tuvieron más remedio que incumplir de forma flagrante su programa electoral y nos pusieron a todos bajo unas medidas que están llevando a personas a suicidarse por no verse en el arroyo, a quemarse a lo bonzo porque les han quitado todo y piden más, a gente muriendo en un hospital por carecer de unidad coronaria cuando hace tan sólo tres días salían de uno, en otra ciudad que no era la suya, que sí lo tenía, a gente teniendo que recurrir a comedores sociales cuando hace tan sólo dos años creían inimaginable que les pudiera ocurrir a ellos, pues no eran ricos pero pertenecían a la clase media, esa clase que siempre se ha llevado todos los palos para tirar del carro, esa clase que siempre ha tenido que pagar lo que unos, desgraciadamente, no han podido y otros, vergonzosamente, no han querido.
Todo eso presentado como un ineludible deber. Ya sabéis, esto es la guerra sin disparos (excepto de pelotas de goma que en vez de desfacer entuertos, crean tuertos). Para salvar el honor de una bandera, unas fronteras, un quítame allá esas pajas, un esa corona es mía por herencia y no tuya, con el pretexto de que han asesinado a un archiduque que nadie conocía de un país que ni siquiera tiene relación con el nuestro, por tantas y peregrinas razones, se enviaba al pueblo llano, que es todo aquel que no se puede permitir no serlo, a combatir y morir dirigidos por señores gordos con bigotazos que los movían como piezas del Risk, y les daban la misma (ninguna) importancia. Ahora se sacrifica un número, da igual que sea el uno como situación tan al límite que toma cara y se expone una historia en los medios, como un número ya tan grande que comienza a carecer de significado más allá de la estadística; todos somos nosotros.
Se pide paciencia, que ellos y los que queden ya lograrán trepar por encima de los cadáveres de los que se han ido quedando en el camino. A este paso se va a conquistar la cota porque los muertos amontonados han quedado al mismo nivel. El tortazo nos lo están soltando por nuestro bien, dice. Es mejor, papá estado dice, que nos den una bofetada por subirnos al sitio que no nos conviene que no hacer nada y caernos de ese sitio haciéndonos mucha más pupa.
Mientras tanto, en otros países que hablan el mismo idioma que nosotros, con sus giros locales y acento característico, en esos países a los que antes, cuando nos iba mal, íbamos a ganarnos la vida y que luego, cuando a ellos les fue mal, criticamos porque venían a quitarnos el trabajo, la tierra y las mujeres (no sé si la situación de crítica fue a la inversa, pero lo dudo. Aún así, repito, no lo sé), en esos países, a los que se llaman emergentes, no se ya si por comparación porque vivimos en uno sumergente, se toman medidas pasando del qué dirán otros países más viejos y serios por el bien de sus habitantes, o esa es la intención, ya no se los resultados, mientras que en los países viejos y serios se escandalizan y siguen actuando a pies juntillas siguiendo las directrices de siempre, esas mismas que nos han llevado hasta aquí. Aquí es al borde del abismo para muchos.
No voy a seguir abundando en lo que el tipo que gobierna ha dicho. Está todo en los vídeos, en las noticias, en internet.
Está en www.lamoncloa.gob.es bajo el epígrafe:
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO
MARIANO RAJOY
DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN
Congreso de los Diputados
(20.02.2013)
Las mayúsculas son de ellos. Que conste. Y se aclara: (Sólo son válidas las palabras pronunciadas) No sé qué validez tienen las palabras pronunciadas. Sólo que no se han pronunciado palabras que si que tienen validez. No se ha pronunciado términos como Bárcenas, Gürtel, Urdangarín, desahucios, dación en pago…
Tampoco se ha pronunciado la palabra Cataluña, ni independencia ni autodeterminación, aunque sí se ha hecho referencia a la situación pronunciando repetidas veces la palabra constitución que, a pesar de mi edad, no voté, por imposibilidad legal (un niño no puede votar), y que a este paso llegará el momento en que ninguno de los componentes de gobierno, oposición y grupos minoritarios hayan tenido opción de votarla.
En fin, que hable de esto alguien que sepa, pero sin engaños, por favor.
La otra cosa era a propósito del encabezado de este post, sobre los Goya. Una actriz premiada aprovechó su discurso para reivindicar: “Le dedico este Goya a toda esa gente que ha perdido sus casas, sus ilusiones, sus esperanzas, su futuro e incluso sus vidas. Por culpa de un sistema obsoleto que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos”. ¿Y qué tiene de malo? Pues que por lo visto acudió a la gala vestida con un vestido carísimo. No sé en los Goya, pero en los Oscar ™ las actrices los lucen carísimos no, lo siguiente, pues los fabricantes (perdón, en este caso se llaman modistos) se lucran permitiendo ese pase de modelos que les sale gratuito y es visto por el mundo entero.
También se la acusa de multipropietaria, de vendedora de hipotecas y accionista de una clínica privada. Vamos a ver, señores. ¿Y qué? Lo gracioso es que lo de vendedora de hipotecas es porque salió en
un anuncio. También se la acusa de ser la última imagen de El Corte Inglés, que no admite que sus trabajadores estén sindicados…



Quienes hayan hecho esa campaña de desprestigio contra la actriz son orquestadores de una falacia en la que pretenden atacar con las mismas armas con la que se les acusa justamente "para que no se note demasiado", tergiversando la realidad: y los que encima se la están creyendo (esos sí que me dan lástima) y aireando no son más que víctimas desinformadas, auténticas marionetas. Esta señora es una actriz, interpreta. Independientemente de que haya ganado dinero con su trabajo o por el hecho de estar casado con un empresario, no quita que esa sea una profesión en la que el que tiene suerte puede mantenerse malque bien con un único trabajo al año, y el que no, que son mayoría, pero no les conocemos, sigue haciéndose a la ilusión de poder ilusionarnos como espectadores y, encima, ganarse la vida con ello en lugar de servir copas o platos combinados, labor esta última, encima cada vez más precaria. Que haya utilizado alguien una plataforma para reivindicar una realidad de la que probablemente, por estatus adquirido trabajado durante años, no participa, no significa que no pueda tener ojos, corazón y boca para manifestar lo que piensa. Esta actriz es actriz, no tiene un puesto de responsabilidad en el gobierno ni es responsable de la crisis, ni nosotros, como nos quieren hacer creer cuando dicen la mamarrachada esa de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. ¿Quién, yo? ¿De qué posibilidades me hablan?
¿Será posible?
No soy sospechoso, por cierto, de mantener vínculo alguno con la actriz, Maribel Verdú. Hace muchos años, ella estaba empezando su carrera y a punto de rodar El año de las luces, tuve la oportunidad de conocer a una amiga suya de la infancia que, al no estar tan lejana, era aún amiga suya. Por otro lado coincidí en mis estudios con otro amigo de la actriz, que también conocía a la otra amiga, que estaba haciendo sus pinitos televisivos presentando un programa junto a un actualmente conocido y popular presentador de televisión, una actriz que emigró y actuó con gran éxito en Italia y otra que ha ganado un Oscar, ha estado nominada alguna otra vez y dio otro a uno de los que le habían dirigido gritando su nombre de pila. Por cosas que pasan, también llegué a conocer a Maribel Verdú mediante estos dos contactos de los que hablaba. Posiblemente, si yo fuera un tipo importante y esto lo leyera mucha gente y mi opinión valiera algo a nivel nacional, o siquiera provincial, en seguida se me acusaría de sectarismo, de defenderla porque somos amigos, o alguna absurdez por el estilo. Pues, al igual que al presentador y las otras dos actrices, si bien les conocí, ellos no llegaron a conocerme a mí. Esto es, ¿Alguien recuerda a aquella persona que le presentaron un día cualquiera en 1986 y jamás volvieron a ver? Pues eso. En realidad podría decir con propiedad que salí de copas con Maribel Verdú. Pero sería tan falso como lo que ocurrió en el verano de aquel mismo año: tomé una caña con Emilio Butragueño. Cierto, estaba en el mismo bar que yo, y su padre conocía de vista al padre de un amigo; coincidieron y se saludaron (poco más que el típico movimiento de cabeza alzando la mandíbula a la vez que las cejas).
Pues lo digo por si acaso mi opinión algún día llegara a contar, que no va a ser así, pero por si acaso. Pero por poco que cuente, que conste que el tener ideales no está reñido con tener dinero y si algún día yo lo tuviera, no sé si mis ideales cambiarían, desearía ser sometido a esa prueba sinceramente, pero cualesquiera que estos fueran, si por casualidad fueran los mismos, cualquiera que se atreviera a cuestionarlos de manera partidista arguyendo como pretexto que tengo dinero no podría ser calificado más que de miserable, y eso como calificativo suave. Por cierto, hace muchos años hice el story board para un anuncio de una aseguradora vinculada a un gran banco. Que quede constancia de lo miserable que puedo llegar a ser. Y lo de ser accionista de algo, líbreme la providencia, que ahora también es un crimen. Ojalá.

Vamos de una vez con los tebeos…


LA HISTORIA ESA VISTA POR HOLLYWOOD


Los llamados cinco grandes,  además de ser los creadores con los personajes más populares de las revistas Bruguera de entonces eran,  además, un grupo de grandes amigos; compartían aficiones y francachelas, y en la documentación gráfica y testimonios que nos han llegado se da fe de esto. Tan bien se llevaban que se liaron la manta a la cabeza y se marcharon de Bruguera para fundar su revista, el Tío Vivo  que, como ya sabemos,  no pudo hacerle sombra al gigante del gato negro.
Pero su marcha tuvo consecuencias. Entre los que se quedaron en can Bruguera estaba Manuel Vázquez Gallego, que por entonces cosechaba un gran éxito y enorme popularidad con La familia Cebolleta, Las Hermanas Gilda y la multitud de chistes que dibujaba, y que tras la marcha de las estrellas de la casa se quedó con la corona y se convirtió en un oficioso jefe de dibujantes. Desgraciadamente, sobre todo para Rafael González, el carácter de Vázquez, su inconstancia y sus legendarias triquiñuelas le convertían en un personaje incómodo a más no poder. Suministraba éxito, pero… ¿A qué precio? Era preciso encontrar otro Vázquez, y era aún más preciso porque faltaban Conti, Cifré, Gin, Peñarroya y Escobar.
De otras editoriales comenzaron a llegar dibujantes con vistas a tapar los huecos dejados por los disidentes de D.E.R, ya que, aunque parezca mentira, debieron de pensar por entonces que no podían estar reeditando historietas de Don Pío o Carpanta ad aeternum. Si se hubieran aplicado el cuento 30 años más tarde…

El Tio Vivo de DER, Cifré y Peñarroya

Los bisoños recién llegados acabarían conformando la segunda generación de la Escuela Bruguera, y a los que se quedaron de la primera generación, como Iranzo y Jorge y los primerizos de la segunda, como Nadal o Martz Schmidt se unirían casi en bloque Gossett, Raf, Segura, Blas Sanchís, Nené Estivill e Ibáñez.
Blas Sanchis

Vázquez

Segura

Raf

Chistes variados con Ibáñez y Gossett

Chistes de Raf
Ibáñez

Era Francisco Ibáñez el más joven de las nuevas incorporaciones, así como lo fue Vázquez en su momento cuando se incorporó a la editorial con apenas 18 años. Ibáñez contaba en el momento de su incorporación a las filas bruguerianas con 22 años y llegaba con experiencia dibujando chistes en Alex y Chicolino, de editorial Símbolo, y en La Risa, de editorial Marco, donde había publicado series como Don Usura o La Familia Repollino, algunas portadas y, sobre todo, Haciendo el Indio, serie esta última que compartiría autoría con diferentes autores posteriormente a la autoría de Ibáñez, incluido el misterioso Esparch. También colaboró en Paseo Infantil, de editorial Marco, pero esta desapareció al poco tiempo, comenzando la leyenda negra que el propio Ibáñez fomentó más tarde respecto al efecto devastador  que ocasionaba su paso por diferentes revistas y editoriales, caso que, al ocurrir casi 50 años más tarde con Bruguera, ya parecía cosa de reírse por no llorar.

Kokolo y Melenas de Ibáñez en Hipo, Monito y Fifí

Haciendo el Indio en La Risa

Portada de Paseo Infantil

Fue cuando comenzó a colaborar en Hipo Monito y Fifí, también de editorial Marco, que Rafael González y compañía se interesaron por el autor de Melenas y Kokolo, colaborando esporádicamente con chistes primero y páginas de chistes más tarde. Es 1958 el año clave para Ibáñez. CLAVE con mayúsculas… crea su primera tira para Bruguera, Don Adelfo, sus páginas de chistes se multiplican y, sobre todo, crea a Mortadelo y Filemón.
Su estilo por entonces está influenciado por Vázquez, y posiblemente a instancias de Rafael González, cada vez se parece más. Parecía ser norma de la casa que, si algo era bien recibido, todos siguieran esa línea, especialmente “los nuevos”. Así ocurriría más tarde con Ibáñez, y así ocurrió entonces con Vázquez. En 1958 volvían los 5 grandes, así que al señor González sólo le quedaba una espinita clavada… Vázquez le resulta un incordio, pero vende, así que lo suyo es “crear” un nuevo Vázquez que no sea tan fastidioso. Casi da la impresión de que lo que se pretende es vazqueizar a Ibáñez, y a fe que si esa era la intención, se consigue.
De los primeros chistes de Ibáñez en Can Can nº 1,  febrero de 1958
Apenas un mes más tarde, en el nº 4 de Can Can, ya se va pareciendo al estilo de Vázquez

Vázquez es grandilocuente, tiene carácter y encima es lo más parecido a un sindicalista de pro que podía darse en aquellos tiempos, lo cual no es decir demasiado. Lucha por los derechos de los demás, y al decir derechos, también nos estamos refiriendo a los de autor. Reivindica la paternidad de sus criaturas de papel. Pero no nos engañemos. Lo que pretende no es proteger a los demás, sino protegerse a sí mismo implicando a los demás, que también pueden beneficiarse de una acción conjunta. Y si no, mirad a los cinco grandes que han plantado cara… y ya están de regreso con el rabo entre las piernas, maldita sea…
Ibáñez, por el contrario, es un trabajador complaciente y trabajador, y no es redundancia, es trabajo, trabajo y más trabajo. Una joya para un empresario, que además, renta y hace lo que se le pide sin rechistar, siempre mas y mas.  Y posiblemente eso creó esa rivalidad Ibáñez-Vázquez, aunque más bien deberíamos nombrarla a la inversa. Ibáñez no siente animadversión hacia Vázquez,  sino que siempre manifiesta su admiración; de su boca jamás sale una mala palabra (que yo sepa), cosa que no se puede decir de Vázquez con respecto a Ibáñez. Son personalidades muy dispares con un humor muy parecido. 
La cosa es que mientras los cinco grandes estaban en la competencia, Bruguera decidió comérselos haciéndoles la vida imposible a base de inundar el mercado con revistas y más revistas para competir con ellos, y en esas revistas, aparte de seguir apareciendo antiguas entregas de los populares personajes que los 5 grandes habían creado, comenzaron a aparecer y despuntar jóvenes valores arrebatados a la más débil competencia. Una de esas revistas fue Can Can, y justo en esta revista apareció la serie de la que pretendemos hablar, y que parece que fue el principio del fin del reinado de Vázquez, al que estaban haciendo la cama utilizando a un Ibáñez en el  que se vio a un segundo Vázquez, un Ibázquez, y que terminó siendo… F*Ibáñez.
Chistes y portada de Can Can por Vázquez
El camino de Ibáñez vazqueizándose

La Historia ésa, vista por Hollywood fue creada por Vázquez en 1958, y publicada por vez primera en el nº 0 de la revista Can Can. Se trataba de una serie sin personaje fijo; todo lo contrario, en ella se trataba de forma humorística y paródica las biografías de personajes más o menos históricos, al menos en un principio. Pero… ¿Qué pinta Hollywood en todo esto?
Pues para saber esto, lo mejor es que dediquemos un post aparte, que si no la vamos a liar otra vez…
Así que, de momento, continuemos con esta serie.

Quizás con el propósito, implícito en el título, de tomar como base las licencias históricas que se tomaban las súper producciones hollywoodienses al tratar la historia, se nos narraban las vidas en clave humorística y nada fiel de personajes  que habían dejado su huella en el pasado de la humanidad, pero también la vida de personajes cuya huella era ficticia, por ser ellos mismos de este género inexistente e ilusorio, fruto de la imaginación de un escritor o de la imaginería popular. El título era ese, por supuesto, dada la asociación que la revista tenía con temas del mundo del espectáculo, aunque luego Vázquez hizo de su capa un sayo e hizo lo que le vino en gana, lo que heredó su fiduciario a otro nivel.
La cosa es que Vázquez dibujó las primeras 32 entregas e Ibáñez se encargó de las restantes hasta el nº 108 de Can Can. Por aquel entonces, como ya hemos señalado, Ibáñez admiraba a Vázquez; este era su guía espiritual del dibujo de humor, su sensei, y él un bisoño meritorio, capaz de dibujar igual que el maestro, con la misma gracia y siguiendo las directrices impuestas en Bruguera sin rebeldías; así que, de no ser por el cambio de firma, pocos hubieran advertido “el cambiazo”.





Los recursos humorísticos utilizados por ambos autores en la serie eran los característicos de su humor, basados en la ironía, la contraposición entre el concepto escrito y la relativa “realidad” dibujada, anacronismos notorios y sin rubor, haciendo participar a personajes añejos de actividades exclusivamente contemporáneas. Aún así, la superioridad de Vázquez queda manifiesta en la innegable realidad que se muestra a continuación.

Y es que si el objetivo, fueran personajes reales o ficticios, era narrar en clave humorística e irreverente las vidas de personajes de universal reconocimiento, Vázquez tuvo la audacia de convertirse a sí mismo en uno de esos personajes, creando la figura recurrente desde entonces del Vázquez moroso, lleno de deudas impagadas y perseguido por esta causa por un tropel de acreedores de lo más variopinto. Esto sería posteriormente explotado al crear a su trasunto, El tío Vázquez en “Los cuentos del Tío Vázquez”, en que se retomaba al personaje que era la viva imagen de sí mismo. Y además, retrató también como personaje histórico a un tipo anodino y anónimo, totalmente ficticio y vulgar. Si hubiera que entrar en sesudos análisis podríamos tomar a ese desconocido Juan Nadie, John Doe, Perico de los palotes o Fulanito de Tal que Vázquez llama Juan Pérez como el verdadero protagonista de la Historia, más allá de reyes o emperadores, pontífices y cardenales, filósofos, generales, escritores, validos, príncipes, presidentes, condes, inventores, industriales… al anónimo ciudadano sobre cuyas espaldas recayó siempre el peso de soportar la gloria de los destinados a inscribir su nombre en la Historia y hacerlo reconocible y reconocido, para bien o para mal. 



Aparte, desafió con otros personajes históricos ficticios como el extraterrestre &i-"1/2, el inventor prehistórico Uiüg, Harry el Fantasma y Sabelo, un tonto del pueblo que no lo era tanto, desafiando eso de que Historia la hacen los grandes nombres. No en tierra vazquiana, donde la historia la hace el rey de allí, el propio Vázquez.





 Pero estamos hablando de Bruguera, y sobre todo, estamos hablando de Vázquez. Lo más probable es que se tratara de un nuevo desafío a lo establecido bruguéricamente, sin más propósito que el de desafiar o el de seguir haciendo lo que le daba la gana, sin ganas de filosofar sino de hacer reír y ganarse los cuartos con esa habilidad. El único personaje de ficción "real" dibujado por Vázquez en esta serie fué El conde Drácula, en su faceta de vampiro, no en la histórica de Vlad Tepes.Fué la última que hizo.








La última entrega de Vázquez en el nº 31

 En cuanto a Ibáñez, se limitó a seguir dignamente la estela de Vázquez, iniciándola con un personaje real, Atila, pero sin salirse del tiesto ni ganas de hacerlo, evolucionando del estilo vazquiano a uno más propio y cada vez más influenciado por el de aquellos que serían sus popes  en lo sucesivo, los maestros del cómic franco belga, especialmente Franquin, a los que no sólo imitaría estilísticamente buscando la propia identidad, sino que, a instancias de quien sabe quien, o de qué circunstancias, “fusilaría” en repetidas ocasiones para labrarse el día a día que, poco a poco, se convertiría en un futuro más que prometedor, en el referente de la editorial y en el autor con más éxito de la época y casi de nuestros días en el tebeo de humor en España.
O algo así, visto por Hollywood.

La primera entrega de <ibáñez en el nº 32











Aparición de Vázquez, por Ibáñez, en su papel de moroso


Aparición estelar del abuelo Cebolleta




La última entrega








1 comentario:

  1. Ostris, yo también estuve de copas con Maribel Verdú y debió de ser una de las dos veces que estuviste tú. Y con Santiago Segura, cuando no era más que un perturbado, en una fiesta de cumpleaños de un común compañero de la facultad.
    Lo lejos que han llegado y lo cerca que he quedado.
    Gran artículo.

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